El Calor del Enemigo

Tanto tiempo guardando, escondiendo en tu pecho huecos caparazones que creías valiosos.

Nadie carga la culpa por haberte engañado simulando espejismos que sólo veías tú.

A trancas y barrancas, tu triste yo ha sabido devolver a tu alma lo que había perdido

expulsando al intruso que intenta regresar.

Era cómodo el cofre de tu cuerpo vacío, lejos de los pecados, ausente de virtud.

Pero ahora, si él vuelve, estarás preparada, porque irás al combate si debes combatir.

Ni rehuyes las luces ni te espantan las sombras.

El pasado está cerca y es posible aprender.

Sólo guardas ahora joyas que lo merezcan, aunque sean guijarros.

Sobre todo, guijarros, gemas firmes pulidas por un pálido mar.

No tienes miedo ahora como antes lo tuviste.

Ya no guardas misterios de ponzoñas secretas. El antídoto se halla donde siempre esperó.

De nuevo tienes alma, y con ella, pecados.

Ahora escuchas la música, y podrías bailar.

(De Doble Cristal, Pilar Monedero-Fleming)

11 pensamientos en “El Calor del Enemigo

  1. A veces eclipsamos nuestro verdadero «yo» con brillos efimeros y artificiales k impregnan nuestras retinas d falsos oasis..los guardamos…y vivimos a su sombra dejando nuestra propia esencia repleta d…nada!! Madurez y tiempo k a veces nada tienen k ver cn el pasar d los años, nos enseñan a descifrar el valor d lo guardado…No se sí es lo k has querido mostrarme o en mi torpeza lo k yo interpreté, pero sea como fuere,a mi me embelesa lo k escribes..

  2. Todas las situaciones de la vida,sobre todo las peores,nos enseñan algo y a la vez nos hacen más fuerte.Creo que hay que pasar por lo bueno y por lo malo,aunque no nos demos cuenta para crecer como personas.Tus relatos hacen pensar y valorar,no dejes de escribir…..Un abrazo

  3. Simulaba a una persona en el mar: una situación cuyo único norte era una orilla, una orilla para volver a vivir…

    Mucho costó y mucho se tuvo que gastar para regresar a una vida, pero nunca fue un regreso; fue el descubrimiento de una nueva forma de vivir…

    Así han de ser los sacrificios que se colectan como experiencias. Así lo creo…

    Aplausos a tu escrito ;-)

  4. Para saber ganar primero hay que aprender a saber perder. Largar lastre, conceptos creencias, paradigmas que otrora fueron asumidos con la impasividad de la inexperiencia. Aprender a desaprender para aprender.

    ¡Tú sí que eres una fenómena! ¡Pilarica! Sigue así, inspirada e inspirandonos. ;-)

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