Espolvorea chocolate
sobre la nube tierna de la nata.
El capuccino invita a confidencias
ocultas
entre las brumas
del humo del cigarrillo.
Cristalino el remover de cucharillas en las tazas.
El camarero indio
traza con la bandeja de aluminio
invisibles elipses en el aire.
Entrechocar de platos y de tazas.
El té requiere su leve ceremonia
y quema entre los labios brevemente.
Crujidos de papel
-involuntarios-.
Desde los diarios abiertos
claman grandes titulares,
las fotos de un mundo horrible.
Pero aquí todo es tranquilo
y las voces, moduladas.
El pensamiento se escapa
hacia playas y hacia prados,
o se duerme
en la ignorancia consciente
mecido en dulce rutina.
Pilar Monedero-Fleming @MonederoFleming
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