Empezó a huir hace algunos años
Y ha huido desde entonces, sin saber que sus perseguidores ya le han olvidado.
Acosado por miradas y horrores que sólo él cree que lo acechan.
Rodeado por un mundo que no lo defendió y que ahora piensa que no vale ya ni una celda fría.
Algunos cuentan relatos pavorosos de la pobre alma que un día huyera al norte.